'Hay alguien dentro mío
que piensa y decide antes que yo.
Un desconocido que dice ser yo.
Yo, entre tanto,
lo sospecho desde la lejanía,
y a veces, harto de mí,
lo contemplo.
Y compruebo, a mi pesar, que
en realidad, es él quien me contempla a mí.
Es él quien cuando desaparezco, aparece,
contemplando a este que pretendo ser.
¿Qué vida estoy viviendo, entonces?
¿Quién es este impostor
que tomó mi lugar por mí,
concretando el robo
más humillante de mí mismo?'
... Hay éxtasis en una costa solitaria; Está la sociedad donde nadie se inmiscuye, por el océano profundo y la música con su rugido: No amo menos al hombre pero si más a la naturaleza...
30 julio 2013
Sueña Antonio con que la tierra que trabaja le pertenece,
sueña que su sudor es pagado con justicia y verdad,
sueña que hay escuela para curar la ignorancia y medicina para espantar la muerte,
sueña que su casa se ilumina y su mesa se llena,
sueña que su tierra es libre y que es razón de su gente gobernar y gobernarse,
sueña que está en paz consigo mismo y con el mundo.
Sueña que debe luchar para tener ese sueño,
sueña que debe haber muerte para que haya vida.
Sueña Antonio y despierta…
Ahora sabe qué hacer y ve a su mujer en cuclillas atizar el fogón, oye a su hijo llorar, mira el
sol saludando al oriente, y afila su machete mientras sonríe.
Un viento se levanta y todo lo revuelve, él se levanta y camina a encontrarse con otros.
Algo le ha dicho que su deseo es deseo de muchos y va a buscarlos.
Sueña el virrey con que su tierra se agita por un viento terrible que todo lo levanta, sueña
con que lo que robó le es quitado, sueña que su casa es destruida y que el reino que
gobernó se derrumba. Sueña y no duerme.
El virrey va donde los señores feudales y éstos le dicen que sueñan lo mismo.
El virrey no descansa, va con sus médicos y entre todos deciden que es brujería india y
entre todos deciden que sólo con sangre se liberará de ese hechizo y el virrey manda a
matar y encarcelar y construye más cárceles y cuarteles y el sueño sigue desvelándolo.
En este país todos sueñan. Ya llega la hora de despertar…
11 abril 2013
22 febrero 2013
Ya no es fácil, nada es fácil...
tomarse un minuto para meditar, para hablar con uno mismo, quizás volver a soñar.
Y si yo no soy yo, ay de mí!
Y si vos no sos vos, qué hay de vos?
Y hace cuánto que vos no sos de verdad?
Y hace cuánto que vos ya no sos vos?
Y hace cuánto que no te parás a mirar el sol?
Y hace cuánto que no hacés el amor?
Hace cuánto que no te vestís de color
o no escribes una carta de amor?
Hace cuánto que no te hablás sin mentirte?
Y no abrazás un amigo y le dices: "Oh! Cuánto te extraño! Cuánto te amo!
O no acariciás a un perro o a un gato.
O, mejor, no dormís todo un rato.
Hace cuánto que no abrazás a un árbol?
O no caminás descalzo sobre el pasto.
O no te dejás marcharte lejos de este sitio viejo, pasado de moda, duro, escueto ya.
Y marcharte en una pompa de jabón, de esas que hacés vos cuando te bañás.
O esas que hacen tus amigos con los chicles.
Y liberarte de tu cuerpo antes de que se enfríe el niño.
Y dejame invitarte y que te lleve lejos de toda corrección, lejos, muy lejos, del patrón, pero muy cerca de tí, muy cerca de vos.
Muy lejos de este país, pero muy cerca del sol, cerca de vos. Lejos de las órdenes, lejos de los odiosos, de los paupérrimos, de los arruina vidas, de los fracasados, de los gobernantes, de las celebridades, de las obviedades, lejos de todos esos que dicen que son dueños de tí y de mí. Pero de vos y de mí no hay dueños, ni señor.
No, no me trates mal...
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