Hay tantas cosas que deseo decirte y no estoy segura de por donde empezar. ¿Debería comenzar por decirte que te quiero? ¿O que los días que he pasado contigo han sido los más felices de mi vida? ¿O que el poco tiempo que hace que te conozco he llegado a creer que estabamos destinados a encontrarnos? Podria decir todas estas cosas y todas serian verdad, pero mientras las vuelvo a leer, lo unico que pienso es en que me encantaria poder estar a tu lado ahora, acariciandote la mano y disfrutando con tu imagen de sonrisa elusiva.
En el futuro, se que revivire nuestros dias juntos un millon de veces. Escuchare tu risa, vere tu cara y sentire tus brazos alrededor de mi cintura. Echare de menos todo eso, mas de lo que puedas llegar a imaginar. Eres un caballero de los que casi ya no quedan John, y valoro muchisimo esa cualidad de ti. [...] Pensaré en ti todos los dias. En parte tengo miedo de que llegue un momento en que tu no sientas lo mismo, de que te olvides de lo que hemos pasado juntos. Asi que te propongo un juego: estés donde estés, y sin importar lo que pase en tu vida, la primera noche de luna llena de cada mes, quiero que la busques en el cielo. Quiero que pienses en mí y en lo que hemos compartido, porque esté donde este, y sin importar lo que pase de mi vida, es lo que yo estaré haciendo. Si no podemos estar juntos al menos podemos compartir este momento, y quizas entre los dos logremos hacer que este sentimiento dure para siempre.