# C a m u n i

28 enero 2011

Deceiving my own mind

Ver caer ante mis ojos tres almas de mi mundo , la más importante, razón & amor combinadas con su forma de ser, acabando con mi espera total : una prueba desecha, fuerza y pérdida de tiempo (entendiendo que las cosas, vienen cuando han de llegar) , ceguera para mirar el mundo y su ritmo, incapacidad para descubrir su importancia y peor aún, de no saber si la espera se convertirá en complacencia, vivir con la incertidumbre. La segunda, distante y fría, acaba con la capacidad de ver volar esa alma especial , a otro lugar, a otro momento y con quienes quiere ! No me di cuenta, porque no quería darme cuenta. La tercera y para siempre , desconcertante que "cuando el orgullo grita, es que el amor calla " otra vez espectador de uno de los espectáculos más grandes mediante el que he construido muros : << No sé si tus palabras son del todo ciertas, pero sí sé que no son tampoco del todo equivocadas: no es lo mismo pensar que sentir, no es lo mismo razonar que hacer las cosas impulsivamente, porque los que piensan son aquellos que nunca se arriesgan, y pobre de aquel que no esté dispuesto una vez en su vida a perderlo todo por la persona que ama, pobre de aquel que no está dispuesto a olvidar, pobre de aquel que es tan ciego y vacío, que no es capaz de dejar de lado todas las trivialidades de la vida por amor... Pobre de quien teniendo en frente el amor de su vida, no es capaz de quitarse la careta y sentir... >> Pero cuando entiendo todo, entiendo también que nada sigue en su lugar para siempre.  Yo todavía si, pero no por mucho tiempo.