# C a m u n i

18 febrero 2010

 
La sangre ruge sobre el mural 
de horror en grises con el pincel 
que la memcoria clamó olvidada
Las bombas caen como un cincel 
tajando el lienzo, pintando en él,
nuestras miserias, nuestras desgracias

y le extendí mis brazos para caer sobre él
vi en mis manos arder el tiempo que se desangra en su llanto

Sé testigo de mi muerte, 
sé mi suerte onírica y real
sé destino del camino, sé el sentido, 
el rumbo a recordar

En la agonía del ideal, 
el sufrimiento buscó el por qué
mientras la guerra lo desangraba
y en trazos largos volvió a nacer 
con la denuncia a este mundo cruel
un alegato a la esperanza

JAMÁS
PODER VER CAER A UN HERMANO E IGNORAR
QUE ESA ES TU PROPIA DERROTA...